"La Virgen y la Luna Creciente representan la fase que se extiende desde el fin del “sangrado” hasta el comienzo de la ovulación (etapa pre-ovulatoria). Las energías que se manifiestan durante este tiempo se asemejan a las de una joven y vital doncella.
En esta etapa de tu devenir menstrual te encontrarás en un momento de renacimiento, plena de entusiasmo y energía.
Las energías oscuras se transforman en nuevas metas y te sientes dinámica, emprendedora, fuerte.
La fase de la menstruación ha finalizado y el cuerpo recupera su vitalidad, su flexibilidad, su júbilo."
©Germana Martin, de su libro "Creando con mis lunas"
La bella imagen es de la artista argentina Sandra Peñalva, que colabora amorosamente con nuestro blog. ¡Muchísimas gracias!
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