Al igual que la fase de la Virgen, ésta es una etapa de gran dinamismo pero con la significativa diferencia que en ella las energías se mueven orientadas hacia el interior y no hacia el exterior.
Aumenta la necesidad de conocer tu mundo interno, tornándote más intuitiva y abierta a la expresión de tus aptitudes psíquicas (sueños premonitorios, visiones)
Te vuelves más conciente del aspecto sobrenatural de lo que te rodea y sientes que puedes caminar entre dos mundos: lo visible y lo invisible, ese sutil espacio abierto al hechizo."
©Germana Martin, de su libro "Creando con mis lunas"
La bella imagen es de la artista argentina Sandra Peñalva, que colabora amorosamente con nuestro blog. ¡Muchísimas gracias!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja aquí tus huellas...