La Diosa Da y la Diosa Toma en forma equilibrada, como la respiración, y sólo un dualismo exagerado puede hacernos creer que lo primero es ¨bueno¨ y lo segundo ¨malo¨. El principio divino femenino alienta en nosotras hacia afuera y hacia adentro, alternadamente y con un ritmo de mareas que hemos de aprender a distinguir.
El primer aspecto que surge de la Creadora es un puro dinamismo que pone en movimiento a la Creación. Lo que nace ha de moverse. Lo que se gestó en el espacio grávido debe recorrer el mundo.
Ese movimiento es la danza de la vida.
Fragmento del libro "La Diosa en Nosotras" de Ethel Morgan.
Agradezco la imagen a Clio Wondrausch
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