6 La vida creativa no es optativa.
Eres un eterno emigrante. Al comprometerte con la vida creativa, dejas una tierra para ingresar en otra; dejas la tierra de tu nacimiento ordinario para ingresar en la de tu nacimiento extraordinario. Empacas tu lápiz, tus pinceles y colores o, quizás, tus zapatillas de baile gastadas, y allá vas, de día o de noche, hacia donde te convoque.
Si te resistes al llamado, sufres una ansiedad constante y profunda. No puedes vivir así. Es como la agonía que sufre un perro atado que escucha el llamado de su amo.
Si, cuando te convoque, puedes optar –casi siempre podemos hacerlo– ve con ella. Mantenerse cerca de las fuerzas creativas de la psique interior es una práctica exigente. No voy a engañarte. Requiere una fortaleza muy grande, una fortaleza que se construye con el tiempo, mediante esfuerzos siempre renovados por permanecer cerca de la meta.
Como somos personitas insignificantes, comparadas con la gran fuerza arquetípica llamada creatividad, es común, incluso entre las personas con mayor vocación, contemplar la idea de abandonar –nunca para siempre– la vida creativa. Sea que esto te pase porque estás cansado, enojado, o por cualquier otra razón, de todos modos debes ponerte a trabajar de nuevo. Aunque sufras fracasos, depresiones, te falte mérito –o creas que te falta–, te falte habilidad o creas que te falta, debes sobreponerte y volver al trabajo. Aquellos que se detienen y se quedan estancados terminan sufriendo un problema psíquico tan grave que equivale a vivir con poco agua. Sí, sin duda, se puede vivir sin demasiada hidratación por un largo, largo tiempo. Uno se vuelve más gris, más frágil y limitado y menos consciente. Pero eso no es vivir, es una manera de expirar.
En realidad, la persona que recibe un llamado muy fuerte para realizar esta clase de trabajo no tiene opción. Puede postergarlo, retrasarlo, comenzarlo a medias (como el nadador asustado que no se anima a zambullirse en el río correntoso), pero, en el fondo, es menos una elección que un imperativo psicológico. Cuando digo ¨psicológico¨ me refiero al verdadero sentido de la palabra: es un imperativo que, pase lo que pase –abundancia o vacío, productividad o inactividad, exigencia o amor–, está estrechamente relacionado con el alma.
Si te resistes al llamado, sufres una ansiedad constante y profunda. No puedes vivir así. Es como la agonía que sufre un perro atado que escucha el llamado de su amo.
Si, cuando te convoque, puedes optar –casi siempre podemos hacerlo– ve con ella. Mantenerse cerca de las fuerzas creativas de la psique interior es una práctica exigente. No voy a engañarte. Requiere una fortaleza muy grande, una fortaleza que se construye con el tiempo, mediante esfuerzos siempre renovados por permanecer cerca de la meta.
Como somos personitas insignificantes, comparadas con la gran fuerza arquetípica llamada creatividad, es común, incluso entre las personas con mayor vocación, contemplar la idea de abandonar –nunca para siempre– la vida creativa. Sea que esto te pase porque estás cansado, enojado, o por cualquier otra razón, de todos modos debes ponerte a trabajar de nuevo. Aunque sufras fracasos, depresiones, te falte mérito –o creas que te falta–, te falte habilidad o creas que te falta, debes sobreponerte y volver al trabajo. Aquellos que se detienen y se quedan estancados terminan sufriendo un problema psíquico tan grave que equivale a vivir con poco agua. Sí, sin duda, se puede vivir sin demasiada hidratación por un largo, largo tiempo. Uno se vuelve más gris, más frágil y limitado y menos consciente. Pero eso no es vivir, es una manera de expirar.
En realidad, la persona que recibe un llamado muy fuerte para realizar esta clase de trabajo no tiene opción. Puede postergarlo, retrasarlo, comenzarlo a medias (como el nadador asustado que no se anima a zambullirse en el río correntoso), pero, en el fondo, es menos una elección que un imperativo psicológico. Cuando digo ¨psicológico¨ me refiero al verdadero sentido de la palabra: es un imperativo que, pase lo que pase –abundancia o vacío, productividad o inactividad, exigencia o amor–, está estrechamente relacionado con el alma.
Clarissa Pinkola Estés
Selección y traducción de Alejandra Abajo y Leandro Wolfson,
del audio libro The Creative Fire: Myths and Stories about the Cycles of Creativity (El Fuego Creativo: Mitos y Cuentos sobre los Ciclos de la Creatividad)
para la Revista Uno Mismo, nº 138, diciembre 1994, pps. 34-42
Digitalizado por Omar Daniel Pereira para Palabra Chamánica.
Selección y traducción de Alejandra Abajo y Leandro Wolfson,
del audio libro The Creative Fire: Myths and Stories about the Cycles of Creativity (El Fuego Creativo: Mitos y Cuentos sobre los Ciclos de la Creatividad)
para la Revista Uno Mismo, nº 138, diciembre 1994, pps. 34-42
Digitalizado por Omar Daniel Pereira para Palabra Chamánica.
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