La Diosa y nosotras... fragmento de Ethel Morgan


La tipología femenina desarrollada a partir de los aspectos de la Diosa, abre extraordinariamente el espectro de posibilidades de la mujer de hoy; esta mujer de fines del milenio que busca salirse de los moldes rígidos de una cultura que mantiene a raya las potencias de lo femenino, incompatibles por definición con el tipo de mentalidad que nos ha traído hasta el actual punto de crisis.

Los diez modelos de mujer o ginotipos que ya es posible empezar a describir, se inscriben naturalmente en el estudio del gran tema del momento: resurgimiento de lo Femenino Consciente, un arquetipo desconocido que está brotando de lo más hondo de la psique y haciéndose sentir de diversas maneras, una de ellas el llamado ¨Retorno de la Diosa¨.
No cabe duda de que analizar las posibilidades de lo femenino -alguna vez asumidas por mujeres concretas del prepatriarcado, o quizá intuídas simplemente por los pueblos veneradores de la Diosa y proyectadas como sus atributos-, puede contribuir a hacer consciente un género que hasta ahora sabe poco acerca de sí mismo. No tenemos por ahora otros indicios para saber qué es ser mujer.

Una más nueve


Por otra parte esta tipología, dada su estructura secuencial, puede ser en sí misma un instrumento de transformación y consolidación de la Mujer Consciente.

Detectar en nosotras uno o varios de los aspectos arquetípicos, observar en retrospectiva sus efectos sobre nuestras elecciones y decisiones personales, tratar de imaginar hacia dónde nos conducen, nos permite construir una armazón simbólica donde apoyar nuestra genuina identidad. Y, en un segundo paso, ejercitarlos ordenadamente puede llevarnos al florecimiento que se espera de nosotras en la siguiente etapa humana.
Siguiendo a Caitlín Matthews libremente, he diagramado los elementos de lo femenino universal como un espacio circular central -la Diosa como Creadora-, rodeado por nueve aspectos que se han manifestado en los mitos o en la historia, o han sido venerados en diversas religiones.
La Diosa Una es la totalidad creadora femenina que se expresa de multiples maneras. Los Nueve Aspectos son los modos principales en que actúa, tanto en lo individual como en lo colectivo para llevar adelante su creación. De modo que el conjunto puede describirse como sigue:

1. la Creadora
2. la Energizante
3. la Limitadora
4. la Protectora
5. la Iniciadora
6. la Desafiante
7. la Liberadora
8. la Conectora
9. la Nutricia
10. la Potenciadora

Estos aspectos de lo divino femenino codificados por Matthews, son también actitudes arquetípicas de las mujeres corpóreas, que van siendo más claras a medida que lo femenino se vuelve consciente. Cada uno desarrolla potencialidades diferentes, enfrenta problemas específicos y exige distintos tipos de responsabilidad, pero en conjunto pueden dividirse en dos subgrupos:
Del 2 al 7 son los aspectos destinados a fortalecer la personalidad de la mujer, ya que el ego femenino es demasiado débil y es preciso que se afirme para poder actuar como contenedor -según sugiere Marion Woodman- de las grandes fuerzas inconscientes que habrán de aflorar. Lejos de ser aniquilada, nuestra personalidad debe volverse un recipiente lo bastante flexible y resistente como para hacer contacto con ¨la otra realidad¨ sin identificarse con los arquetipos, y traer intactos sus tesoros a la vida cotidiana.
Del 8 al 10 tendríamos por otra parte la triplicidad madura de lo Femenino Consciente, la divina triada de la Doncella, la Madre y la Anciana que siempre reconoció y adoró la humanidad y que ahora es preciso recobrar. La Virgen-Alma, la Mujer Plena y la Vieja Sabia, que maduran juntas dentro del capullo de la neofeminidad.



Fragmento del capítulo La Diosa y Nosotras, del libro "La Diosa en Nosotras", de Ethel Morgan.
Agradezco la imagen de Clio Wondrausch
http://www.wildhearth.co.uk/

Hija de los Elementos por Lisa Thiel

La Creadora por Ethel Morgan


La Diosa total, lo femenino arquetípico creador que ahora recuperamos las mujeres, es ante todo un vasto principio materno.

Un gran mar cósmico, sugieren los cabalistas. Un infinito espacio grávido. La matriz arquetípica a través de la cual la vida llega a la manifestación.

Pero ese mar, ese espacio, esa matriz están también adentro de nosotras las mujeres, que estamos hechas a Su imagen. Hay en tu núcleo más central esa potencia femenina universal que trata de expresarse. La misma que los antiguos veneraban como Fuente y Dadora de todo lo que existe.
En lo recóndito de tu dolido corazón, encogido y estrujado por tantas frustraciones del pasado, se abre ese espacio vasto preñado de creaciones femeninas. La Creadora está en ti, como en todas nosotras.



Fragmento tomado del libro "La Diosa en Nosotras" de Ethel Morgan
Agradezco la imagen de Clio Wondrausch
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La Energizadora por Ethel Morgan


La Diosa Da y la Diosa Toma en forma equilibrada, como la respiración, y sólo un dualismo exagerado puede hacernos creer que lo primero es ¨bueno¨ y lo segundo ¨malo¨. El principio divino femenino alienta en nosotras hacia afuera y hacia adentro, alternadamente y con un ritmo de mareas que hemos de aprender a distinguir.

El primer aspecto que surge de la Creadora es un puro dinamismo que pone en movimiento a la Creación. Lo que nace ha de moverse. Lo que se gestó en el espacio grávido debe recorrer el mundo.
Ese movimiento es la danza de la vida.

Fragmento del libro "La Diosa en Nosotras" de Ethel Morgan.
Agradezco la imagen a Clio Wondrausch

La Limitadora por Ethel Morgan



Como los procesos naturales son inteligentes, tras la estimulación de la Energizadora debe venir una tendencia de moderación que nos impida llegar a extremos indeseados.

La que Limita, o La que Mide la extensión de nuestro campo personal, es el Aspecto de la Diosa que representa esa tendencia. Como compensación del movimiento energizante, le pone límites a nuestra libertad para que eventualmente no dañemos a los otros, ni nos salgamos de nuestra trayectoria. Sin la Limitadora nos desbordaríamos y destruiríamos el diseño de nuestro destino individual.
Dentro de su Plan sabio florecemos plenamente.

Fragmento del libro "La Diosa en Nosotras" de Ethel Morgan
Agradezco la imagen a Clio Wondrausch
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La Protectora por Ethel Morgan


   
Tras delimitar su territorio la Diosa lo protege. No puede ser de otra manera, porque cuando funciona la ley natural en el universo de la Madre, nada queda librado al azar.

La Protectora guarda el orden dentro del gran esquema cósmico establecido por La que Limita. Es defensora de los indefensos, porque todo abuso contra ellos destruye la armonía de la Creación, y porque la energía de la Creadora debe llegar hasta el más pequeño de sus hijos.
La que Protege es fuerte y tierna, porque muchas veces ha de ponerse firme en nombre del amor. Como la Artemisa de los griegos, porta en una mano un arco y con la otra sostiene a un animal herido, o a un bebé que nace, o a una planta arrancada de raíz que todavía puede ser devuelta a la tierra para que rebrote.
Todo este vasto mundo devastado es su campo de trabajo, y en los niveles invisibles nos refuerza para que podamos ser como ella.
Su santo enojo ante el maltrato de los débiles es la otra cara de su amor.

Fragmento del libro "La Diosa en Nosotras" de Ethel Morgan
Agradezco la imagen a Clio Wondrausch
http://www.wildhearth.co.uk/

La Iniciadora por Ethel Morgan


Hay alguien que recorre mi territorio para defenderlo y velar por los derechos de la Diosa, y ahora llega el momento de saber quién es. Porque, aunque se trata de mí misma, todavía no me conozco.

Muchos siglos de condicionamiento nos impiden saber quiénes somos, o cómo es la historia mítica que nos toca vivir a cada una.
Necesariamente, lo Divino Femenino adopta un aspecto que viene en nuestra ayuda para mostrarnos nuestro verdadero rostro. Porque si no lo conocemos, no podemos reclamar nuestro justo lugar en el esquema universal.
La Iniciadora nos cuenta acerca de nuestro propio y desconocido corazón.

Fragmento del libro "La Diosa en Nosotras" por Ethel Morgan
Agradezco la imagen a Clio Wondrausch

La Desafiante por Ethel Morgan

  

Si la Iniciación es abrir una puerta, no es raro que algo pase a través de ella. Esa es La Desafiante, el aspecto de la Diosa que desarraiga definitivamente lo que estorba el fluir de la energía creadora.
Lo que antes era un No se convierte en un Basta. Toda la urgente necesidad de ser lo que se debe se concentra en ella.
Hay infinita solicitud en la acción desarraigante. Hay una definida preocupación por el buen resultado de cada proyecto, de cada creación en marcha. Por eso hay firmeza y decisión extirpadora.
A veces oponerse es el más radical acto de amor.

Fragmento del libro "La Diosa en Nosotras" de Ethel Morgan
Agradezco la imagen a Clio Wondrausch

La Liberadora por Ethel Morgan

  

Hay, se dice, un lugar dentro de nosotros desde donde pueden deshacerse los nudos que nos atan.
Algunos lo buscan en la infancia recordada, y hay también quienes lo imaginan como un limbo donde residen potencialidades nunca realizadas que esperan desde siempre su liberación.
¿Cómo ir hasta allí a rescatarlas?
Necesariamente tiene que haber una guía arquetípica que nos lleve de la mano y efectúe la transmutación liberadora. Por fuerza debe haber un aspecto de la Diosa que efectúe la redención.
Cuando se ha avanzado lo bastante en el camino hacia adentro, La Liberadora nos acompaña hasta esa prisión oscura, nos muestra cuánto hemos sufrido, y corta las cadenas de la Niña Interior.

Fragmento del libro "La Diosa en Nosotras" de Ethel Morgan
Agradezco la imagen a Clio Wondrausch

La Conectora por Ethel Morgan


   
Más allá de la propia identidad se extiende el universo. Pero esa inconmensurable vastedad tiene sus rutas, sus redes nerviosas y sus intersecciones o puntos de contacto.

Si una entidad, humana o no, sabe quién es y cuáles son sus funciones asignadas, puede integrarse al gran sistema orgánico y ocupar su lugar en el circuito de conexión universal. Se lo ha ganado por haberse hecho preguntas, por haber averiguado las respuestas y por haber roto los nudos que le impedían el libre movimiento.
Su sistema psicofísico es el instrumento comunicador de dos extremos que le permite recibir y transmitir, tomar y dar, y hacer posible que el plan se desarrolle. Dentro de la mujer, el arquetipo Conector le enseña cómo hacerlo y cuáles puntos inconexos son los que debe religar.

Fragmento del libro "La Diosa en Nosotras" por Ethel Morgan
Agradezco la imagen a Clio Wondrausch

La Nutricia por Ethel Morgan

   

Dentro de mí hay una presencia o actitud arquetípica que espera con paciencia que la asuma. Siento su irradiación, bajo las capas cristalizadas de ideas falsas, autocastigos y culpas absorbidas. Detrás de la armadura de defensividades, miedo y combatividad.
Es la portadora del Grial, que calladamente habita en cada mujer aguardando el momento de manifestarse. Es la madre nutricia que quiere volcar sobre el mundo sus dones y me necesita como canal distribuidor.
Para dejarla actuar sé que debo avanzar mucho en mis tareas de saneamiento personal, y esperar a mi vez que la nueva conciencia femenina amanezca del todo sobre la tierra yerma para fertilizarla. Debo trabajar para eso, mientras la Diosa
Nutricia va disolviendo mis defensas desde adentro y sacraliza mi vida cotidiana.

Fragmento del libro "La Diosa en Nosotras" por Ethel Morgan
Agradezco la imagen a Clio Wondrausch

La Potenciadora por Ethel Morgan

   

A nuestro alrededor la tierra yerma, espejo de nuestra alma, clama por el agua de la vida. Las voces del planeta tratan de hacerse oír por sobre los estruendos, los fragores ciudadanos, los estallidos de una psique colectiva que se ha desenfrenado y corre ya por los caminos del pánico violento. De un pavor disfrazado de bravata sanguinaria que está tratando de ocultar el desamparo, la debilidad inerme del hijo que se ha quedado sin la Madre.
Los alardes de fuerza (el gatillo rápido, las violaciones, los misiles) son solamente carencia de poder. El poder de que se habla no es más que prepotencia. Por eso la esperanza de la especie reside en nuevos seres potenciados desde adentro, que construyan afuera una cultura acorde con su cordura interior.
La Potenciadora ya trabaja para ellos. Lentamente madura en las mujeres que están abiertas para dar salida a lo consciente femenino. Poco a poco se instala en sus centros sensibles para fortalecerlas, y las prepara como instrumentos afinados que le permitirán llegar al mundo con nuevas instrucciones, otros métodos, renovados tesoros de sabiduría práctica que den potenciación.
Todas podremos ser canales de poder si lo aceptamos. Si comprendemos que con nuestros pies la Diosa puede caminar otra vez sobre la tierra. Si nos unimos como ente colectivo redentor que puede dar a luz, nutrir y potenciar a una humanidad más sana.

Fragmento del libro "La Diosa en Nosotras" por Ethel Morgan
Agradezco la imagen a Clio Wondrausch